lunes, 26 de mayo de 2008

Vos



Vos, que aprietas con fuerza mis manos temblorosas, que me observas de adentro hacia fuera. Vos, que me abrazas hasta que hierve el agua, que me regalas lo que nunca tuve ni esperaba. Vos que me inquitas los rincones y miles de emociones. Vos, que me quiere sin sospechas, que me eliges, que me irritas cuando besas. Vos, que conoces mis colores, mis sabores, mis temores. Vos, alucinante, como el más incoherente de mis sueños.
Quiero olvidarme del mundo y llevarte a un bosque infinito. Acostarte en las hojas de esas que se quiebran. Acariciarte dormido y besarte hasta ver las estrellas. Que el tiempo se detenga mientras miramos el aro de la luna y que nadie interrumpa nuestros silencios acolchonados con latidos sincronizados. Quiero reírme con ganas al ver tus hoyuelos y vivirte en mis brazos por siempre. Besarte el cuello hasta que se termine y mientras cierras los ojos disfrutar la lluvia. Comer tu nariz como a un chocolate blanco y quererte más con cada bocado. Vos, me quitas el sueño porque ya no lo necesito. Vos sos el sueño, vos sos mi sueño.

Inspiración Musical: ‘Vos’ de Lisandro Aristimuño
Inspiración Emocional: Vos (obviamente vos)

domingo, 11 de mayo de 2008

Saludos En Silencio



Era otoño del año 2018. El invierno había llegado mucho antes. Recuerdo sentir mis manos heladas como siempre. Ni los guantes más gruesos, se sentían satisfechos. Ese domingo fui a comprar galletas de miel, la calle estaba sucia y vacía. Ningún auto, ningún humano, ningún perro, ningún gato. Eran las 11.30, el cielo estaba raro y así, sin mas, en esa esquina y mientras observaba unas hojas partidas, me choqué con el. Después de diez años y en la misma esquina de esas calles sin nombre, sin número. Esas intersecciones que no salen en los mapas. Esos pasajes sin salida que te descolocan. Y ahí estabas, tus ojos calidos como un café, abiertos en sorpresa. Alegres y nostálgicos frente a frente. Se escuchó como perdimos el aliento al vernos. Todo estaba inmóvil, se detuvieron las nubes, no escuché mis latidos por unos segundos. Hasta que tu sonrisa quebró el hielo. Tu abrazo fue como un verano santiagueño. Hicimos los diálogos incómodos como en los viejos tiempos. , hasta que tu novio cruzó la calle. Me despedí gentilmente por fuera y gritando por dentro. Pero no creas que no escuché tu arrepentimiento saludando al mío. No pienses que no vi lo que me negaste ver. No creas que no lo se con la seguridad que vos lo sabes. No pienses que olvidé lo que vos no olvidaste. No me importó que de repente comenzara a nevar. Porque me di cuenta que debajo de mis guantes… mis manos transpiraban.

Foto & Texto by Pabl3Te
Modelo puramente ilustrativo:
Ign4cio :)